Bodas de sangre es
uno de los denominados dramas rurales principales del poeta y dramaturgo
granadino Federico García Lorca, autor perteneciente a la Generación del 27. Estrenada
en 1935, esta obra es ejemplo no solo del teatro renovador del momento, sino
también del estilo artístico propio del autor: la unión de lo tradicional y lo
nuevo, lo clásico y lo vanguardista, lo lírico y lo prosaico, la sencillez y el
neobarroquismo.
En cuanto a sus aspectos teatrales principales, podemos
incluir Bodas de sangre en el subgénero
de la tragedia moderna, porque, al igual que en la tragedia clásica, sus
personajes se ven abocados a un destino fatal. La Novia ama a Leonardo a pesar
de sus resistencias; Leonardo pertenece a una familia cuyos miembros son
responsables de la muerte del padre y los hermanos del Novio. Tampoco se
introducen elementos cómicos, sino que la tensión dramática se mantiene desde
los malos augurios desde el principio, introducidos mediante los símbolos que
maneja Lorca (cuchillos, caballos), hasta el final; incluso, tras la muerte de
los dos hombres que se disputaban el amor de la Novia, cuando esta se presenta
ante la Madre.
Los personajes
también se podrían ver como héroes trágicos que intentan rebelarse, sin éxito, contra
sus pasiones. La frustración lorquiana está presente en ellos. La Madre vio
morir a su marido y a otro hijo a manos de la familia de Leonardo, guarda el luto
y el rencor. Representa la fidelidad a la tierra y a los muertos que enterró en
ella. Su contemplación de las leyes sociales hace que entregue al último de sus
hijos a la muerte también. El Novio se subordina a la madre y, por las leyes
del honor, morirá. Es el símbolo del trabajo y el sacrificio. La Novia sufre un
grave conflicto interior entre las normas, el deber y la pasión. Esa pasión
está representada por Leonardo, único personaje con nombre propio, atormentado
por la vida familiar y que arrastra a la destrucción. Aunque el resto de los personajes son de menor
importancia, podemos destacar el papel de la Criada como representante de la
sabiduría popular y las personificaciones simbólicas de la Luna y la Muerte.
Los tres actos de la obra se desarrollan en orden
cronológico lineal, pero Lorca consigue una estructura circular gracias a que
la acción empieza y acaba en el mismo lugar y los temores que al principio
enuncia la Madre se ven cumplidos al final. Los espacios en los que se
desarrollan estas acciones son las casas sencillas de la Madre, de Leonardo y la
cueva de la Novia frente al bosque simbólico que aparece en el acto tercero.
Lorca utiliza el verso en algunas partes de esta pieza
dramática. Este factor poético se une
a la elaboración de un lenguaje rural y aparentemente sencillo cargado de connotaciones
y símbolos. La lengua encuentra su fuerza en la concisión de la palabra
cargada, en las imágenes plásticas, la metáfora, el cromatismo.
Con todos esto, Federico García Lorca hace de Bodas de Sangre una de sus obras más
intensas a través de los temas que son recurrentes en toda su literatura
—pasión, frustración, lucha norma/libertad, destino, fatalidad— y de la belleza de su estilo original,
contundente, sugerente que se nutre a través de las raíces de su cultura.
BDFVCX
ResponderEliminartotalmente de acuerdo
Eliminarexcelente el análisis, a través del cual puedo ver y entender los sucesos de la película... gracias
ResponderEliminarRuben/Dani/Alex/Julio Si estais leyendo esto que sepais que Javitovic estuvo aqui
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