¿Cómo ha ido el finde? Espero que hayáis encontrado ratitos de ocio y calma dentro de la situación que vivimos. Yo lo he intentado 💓
Os dejo fotos de las oraciones resueltas. Las he hecho a mano y me he econtrado con los propblemas típicos que os encontráis vosotros: cómo ajustar la oración, cómo hacer que se vea clara y limpia... Además, no tengo tippex en casa y he tenido que corregir algún error sobre la marcha (intentando que no quede un tachón) . En fin, sé que muchos las habéis buscado en internet, pero así las tenéis como las hecemos en clase. Hay también alguna aclaración o posible análisis alternativo por si os sirve.
(FOTOS AL FINAL DEL MENSAJE)
¿Qué os han parecido? Fáciles, ¿no? 😊
Enviadme dudas, si os han surgido.
💥 Como trabajo para estos dos primeros días, os dejo un comentario de texto que ha puesto Laura. Tenéis solución en el blog.
Un saludo
Lourdes
TEXTO PARA COMENTARIO
El complejo español
Existen ciertas tradiciones y comportamientos muy instaurados en la cultura española. Como casi siempre en estos casos, algunos de ellos son buenos, como la dieta mediterránea o el elevado número de donantes de órganos, y otros no tan buenos, como lo extendido que está fraude fiscal o la alta tasa de abandono escolar. Entre la gran variedad de ejemplos existentes hay algunos que no entiendo. Por ejemplo, nunca he llegado a entender la razón por la que en ciertos aspectos nos consideramos muy superiores al resto de nacionalidades y, sin embargo, en otras cosas nos consideramos infinitamente inferiores.
Un
ejemplo de nuestro elevado ego en algunas disciplinas es el deporte. No
hay casi ningún español que dude de que a los españoles se nos dan bien
los deportes. Sinceramente, no sé si esto es verdad o no. Es decir, no
tengo pruebas objetivas que validen este razonamiento y, comparando
nuestras aptitudes físicas con algunos países del norte de Europa o con
algunos países africanos, creo que lo más probable es que no sea cierto.
De todas formas, y por suerte para nosotros, el éxito en el deporte no
se basa sólo en lo físico, influyen también habilidades intelectuales
que son mucho más difíciles de cuantificar.
Un
ejemplo de lo contrario es el complejo español en lo relativo al mundo
empresarial. En general, pensamos que no se nos da bien crear ni
gestionar empresas. Además, asociamos el éxito empresarial de cualquier
compatriota a alguna de estas tres razones: a) actividades ilegales, b)
tráfico de influencias o c) suerte. Al igual que con el caso anterior,
tampoco tengo pruebas de que esto sea cierto o no, pero, por desgracia,
no hace falta que existan pruebas de algo para que la mayoría de la
población piense que es cierto.
Comparando
ambos casos me surge la siguiente duda: si debido al éxito de algunos
deportistas españoles damos por cierta nuestra habilidad innata para el
deporte, ¿ por qué no llegamos a la misma conclusión con el éxito
empresarial? Es decir, si gracias al éxito de Nadal, Gasol, o la
Selección Española de Fútbol pensamos que nuestros hijos pueden (y para
muchos padres deben) triunfar en el mundo del deporte ¿por qué no
podemos pensar los mismo viendo ejemplos como el de Amancio Ortega, Joan
Roig o Ferrán Adriá?
Mi
opinión es que, en general, nuestras aptitudes no difieren mucho de las
de otros habitantes del planeta. La única razón por la que puede que
existan más deportistas que empresarios de éxito en nuestro país es que
estamos mucho más dispuestos a sacrificarnos para ganar Roland Garros
que para montar una empresa que dé trabajo a 1.000 personas. ¿ Seremos
capaces de cambiar nuestras prioridades para conseguir solucionar
nuestros (muchos) problemas? Llámenme optimista, pero yo estoy seguro de
que sí.
Marcos Alba Regidor, en El Mundo, 2013
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